martes, abril 26, 2005

2 chamoy or not chamoy

Por supuesto que todos los mexicanos hemos probado alguna vez el chamoy, recuerdo que desde que era muy pequeño era toda una golosina de tradición milenaria (para los que lo desconocen, en cuyo caso a: son extranjeros con un 99% de probabilidad o b: en que mundo vives?¿?), pues bien, la definición de Chamoy es golosina a base de chabacano en un caldito rojizo con chile y limón; cuando era niño lo vendían en las farmacias o en la alberca de hígado (Liverpool) y no puedo sino recordar cuando a mis hermanos les sacaron las anginas y las tenían como trofeo al lado de sus camas (obvio yo fui excluido de su club del helado de limón, a mi nunca mi las quitaron pues al parecer dejaron de contagiarme, clásico, pero ahora sufro las consecuencias de tener anginas porque por alguna razón, les encanta recordarme que ahí siguen), sin embargo esa golosina evolucionó en el mismísimo Miguelito de Agua, que no es sino una presentación mas compacta que ya no recuerda las anginas de nadie puesto que el chabacano se encuentra incorporado en la salsita, viene en una bolsita a la cuál sólo hace falta realizarle una pequeña incisión (con el diente indicado) en una esquina superior para, poco a poco, ir disfrutando de su sabor.

Afortunadamente a estos hombres merecedores al premio nobel del sabor, se les ocurrió la magnifica idea de crear al compañero perfecto: el Miguelito de polvo, que no es sino un poco de chile molido con limón y azúcar, por su puesto también en su presentación de bolsita, sólo que esta era un poco más frágil que la anterior, lo que hacía que las bolsas de los jeans acabarán repletas de chilito.

Ok, después de esta breve introducción al mundo del miguelito comencemos con el tema de esta discusión, cuál es la forma adecuada de disfrutar el chamoy?¿?

Para responder a esta pregunta realizamos una exhaustiva investigación (+ de 20 años de experiencia nos respaldan) y debemos decirles que no hay una respuesta exacta, sin embargo podemos mencionar algunas de las más aceptadas socialmente, en este estudio no se han tomado los factores migracionales por lo que estas costumbres pueden presentar variaciones.

Comencemos por el método tradicional, sin importar la presentación el método consiste en realizar un hoyo en un extremo superior (en caso de que el chabacano esté entero, este debe ser suficiente para permitir la salida de uno y sólo uno de los chabacanos) y poco a poco jalar un poco de pulpa, saborear y repetir el proceso, en el caso del miguelito de agua, si se sostiene la bolsita con los dientes, nos permite realizar un sinfín de actividades como escribir en la compu, andar en bici, etc.

Y que mejor que compartir?¿? pues bien, para esto se inventó el mano chupada, por supuesto que compartir después de lamer la bolsita no es muy agradable en la mayoría de los casos, por eso, se deposita una ligera porción en la palma de la mano en la cuál puedes lamer a diestra y siniestra, por lo cuál una bolsita puede servir para el consumo colectivo y no hay quién se queje; sin lugar a dudas la favorita de todas las mamas al ver como los chiquillos lamen su manita después de haber jugado con lombrices, el partidito de fut o que se yo; esta técnica ha sido estilizada al depositar el chamoy en la parte posterior de la mano al estilo jalisco (del mismo modo que la salectia pa’l tequila).
Una de mis favoritas es la combinada, consiste cortar la parte superior de la bolsita de agua para incorporar un miguelito de polvo completo y generar una pasta más densa, está técnica es un poco arriesgada por el posible batidero que puedes ocasionar, pero en mi experiencia creó que las proporciones ideales son 2 miguelitos de polvo por uno de agua.

Y bueno, para aquellos que gustan de las emociones extremas, no hay como el shot de miguelito de polvo, consiste en echar un miguelito completo debajo de la lengua, lo mejor es realizarlo como terapia grupal (o en caso de aislamiento espiritual frente a un espejo), poco a poco comienzas a sentir el dolorcito debajo de las orejas, lagrimeo y obvio, lo mejor de todo son las caras que se hacen, por lo cuál te puedes burlar del vecino quien a su vez no puede parar de reír-sufrir al ver tu cara.

Por último está la del junkie, consiste en terminar cada sesión de chamoy con pastillitas para el estómago, dos cucharadas de melox o, para los irremediables, su pastillota de ranitidina, jajaja.

Obvio en esta mundialización han sacado varios productos, dentro de los mejores debo reconocer a las tepoznieves, recomiendo ampliamente el helado de pico de luna en salsa de chamoy, sin embargo los productos más industrializados como el refresco de naranja-chamoy nooooo!!! nada que ver.
Ps: Que viva el chamoy!!! Mi gastroenterólogo lo recomienda.

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