Venga 2006
Este año no tenía la más remota idea de que íbamos a hacer para año nuevo, la idea básica era ir a la puerta del sol y gritar con todos los españolitos como en la canción de mecano (cuando uno anda por estos lugares se percata de porque no hay marcha en nueva york), sin embargo no nos habíamos planteado algo así como cenar o nada espectacular, sin embargo la fiesta nos persigue (y es que debo de aceptar que soy de lo más débil al respecto y si hay algo que hacer no importa que sea jueves, martes o lunes, la actitud siempre está presente). El 30 fuimos a cenar (o más bien a gorronear) a casa de la güera (aunque no lo pueda pronunciar), a cambio aportábamos una botellita de whiskey para que la gorra no se sienta tan feo, el motivo es que sus dos hermanos llegaban de alemania, además iba a haber otro alemán y vendrían dos chicas de valencia, algo tengo que decir, los alemanes sí son muy organizados, sin deberla ni temerla se había organizado una cena x-press para el último día del año, nos habíamos dividido en grupos de a 2 y cada grupo se encargaría de preparar un platillo (de preferencia típico de cada país) para compartir con los asistentes.
La cena fue mega-internacional, el grupo alemania 1 preparó zetas a la mozarella y tomatitos con queso de cabra, alemania 2 albondigas en mozarella (cierto, al parecer nuestros amigos adoran el queso mozarella y supongo que si crearan un postre sería mozarella), las chicas japonesas hicieron un plato de pollo con huevo que en castellano sería algo como pollo con huevo (jajajaja, en serio, ese era el nombre, aunque también se le podría llamar padre e hijo), lo más divertido de la cocinada fue el equipo de valencia, hicieron una tortilla española y al momento de darle la vuelta nada mas no se dejaba (y bueno, quien somos como para perdonar la burla, jajaja), además acompañaron con unos montaditos de jamón y queso en pan tumaca, el equipo de us-america (que solo era una chica) preparó el tradicional pay de calabaza. Nosostros (un piso-mate y yo) a petición popular preparamos mole (y como cuarenta kilitos de arroz que anduvimos cargando por toda la gran vía); o sea, una comilona de miedo.
Al terminar con lo que se ponía enfrente salimos a sol, aunque no es la primer vez que asisto a un evento de apachurramiento masivo (lo reconozco, desde los 15 de septiembres en coyo cuando íbamos en la secu que no se me ocurría ni se me antojaba), pero sólo oír lo emocionadas que estaban las valencianas y el hecho que también sería la primera vez que lo verían en vivo y no en la tv hacía que se olvidara el atascamiento humano.
Vaso con uvas en una mano, cámara en la otra la hora llegaba, el reloj marcaba las 12 y del cielo comenzó a caer de todo, desde fuegos artificiales, gotas de vino espumoso (por no entrar en detalles) y ve tu a saber que más, el hecho es que ni las campanadas oímos de tanto grito y alegría, pero eso sí, el mismo deseo de todos los años: espero no atragantarme con tanta uva, jajaja, el champagne hacía su aparición y brindábamos por la paz del mundo (bueno, que se podía esperar?¿?) y a seguir la fiesta!!!!
La verdad me la pase súper bien y bueno, después de todo creo que gane el campeonato de cachar uvas.
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