una especie en extinción
Cuando eres soltero cada día es una aventura (y no todas necesariamente buenas), es cierto que no se tienen las mismas obligaciones sociales que los emparejados (casados, arreguntados y en-noviados), uno no tiene que ir a comer a casa de los suegros, o con la tía solterona o whatever; sin embargo la vida como soltero es incierta, por esta razón se tiene una vida social mucho más activa (a fin de cuentas no hay que pedirle permiso a nadie), uno siempre está dispuesto a salir o hacer algo fuera de la rutina, el ir por unas cervezas puede convertirse en acabar a las 6 de la mañana vagando por lados desconocidos, por otro lado las cenitas de parejitas suelen ser un poco aburridas, suelen ser muy tranquilas, nunca hay nadie diferente (en caso afirmativo siempre llevan pareja) y por lo general se acaba y cada quien a su casa (claro, eso es lo que dicen) algo tienen las parejitas que bajan el ritmo cardiaco de cualquiera (debe ser a que el metabolismo es más lento, de ahí el aumento de grasa corporal!!!).
Sin embargo algo es cierto, cada vez somos menos (x supuesto que los niños no nacen casados, me refiero a que varios de mis amigos han adoptado un estado de semi-matrimonio o incluso con hijos!!!!, y eso si ya significa pérdida total) y como mis supuestas amigas no presentan nada nuevo, en las múltiples bodas todo mundo lleva amigo de compañia, en fin que esto de conocer gente cada vez es más dificil; por esta razón se organizó "la fiesta", la idea básica era juntar varios grupos de amigos (es decir amigos de amigos para evitar cualquie freaky o alguna chica psicho), el evento fue super divertido, super bien organizado (si lo digo yo, jajajaja) y x supuesto que algo bueno saldrá de todo eso (x lo menos otras fiestas, eso seguro).
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